Estimado lector: tome nota de la
dimensión de esta guerra mundial. Enfrentados
a un ejército de incontables virus nanométricos, el imaginario estado mayor de
la especie humana abre cuatro frentes de guerra y despliega cientos de
operaciones investigativas. Veamos:
Primer frente: Virología molecular. Objetivo: conocer al enemigo SARS-CoV-2
y encontrar sus puntos débiles. La
partícula viral no es un ser vivo, pero comparte con estos material genético,
replicación, mutación y evolución. Su ciclo reproductivo incluye cuatro fases:
infección, replicación, ensamblaje y escape para diseminarse por el
entorno. Cada fase es un potencial punto
débil para ser atacado. El teatro de
operaciones es el laboratorio y hace falta mucha investigación básica para
derrotar al minúsculo enemigo. Mes a mes
el trillonario ejército viral se va diversificando, no porque sea astuto -ya
que carece de inteligencia- sino por variación y selección, como nos enseñó
Darwin.
Segundo frente: Fisiopatología para el contraataque clínico. Objetivo: mejorar las defensas de los Homo Sapiens. En este frente subimos al nivel de tejidos,
órganos y subsistemas del organismo humano.
Tratamos de entender cómo afecta el virus la salud de las personas hasta
eventualmente matarlas, sin sevicia ni alevosía, pero sí a la manera implacable
de la naturaleza. Pulmones, hígado,
corazón, tormentas de citoquinas, porfirina, hemoglobina, son muchos nuestros potenciales
puntos vulnerables, aunque el Sapiens, como todo animal, tiene su propio
sistema inmune para defenderse de invasores.
Pero nuestro sistema inmune tampoco tiene inteligencia, sino mecanismos falibles
de reconocimiento químico que algunos llaman “memoria”. Y puede equivocarse. No deja de ser irónico que uno muera, no por
acción directa del virus, sino por sobrerreacción inmunológica. Es como si un mosquito te está picando en el
brazo y le disparas con un revólver 38 y mueres desangrado. Conocer los mecanismos fisiopatológicos de la
Covid lleva su tiempo. La presión lleva
a los científicos a publicar preprints
con todo tipo de resultados a medias, parciales, inconclusos. A veces la desnudez de la ciencia puede
volverse un tanto grotesca: a la luz de los reflectores, médicos desesperados y
también algunos oportunistas ensayan tratamientos a ciegas, volándose los
protocolos refinados por siglos de experiencia.
Tercer frente: la epidemiología.
Objetivo: obtener información sobre el despliegue de fuerzas enemigas en
las poblaciones y tratar de prever sus futuros movimientos. En este frente tenemos una poderosa arma: la
matemática. Esa es la buena
noticia. La mala es que esa arma
funciona con municiones que escasean: los datos. Sin olvidar que en cada país son muchas las
variables en juego pues este terreno pertenece a las ciencias sociales. En este frente no se gana la guerra, su
función estratégica radica en ganar tiempo, para que el segundo frente pueda
dar los golpes decisivos. Al aconsejar
la estrategia del repliegue económico adrede, como hizo la URSS en la segunda
guerra mundial trasladando fábricas a la retaguardia, la epidemiología expone a
la sociedad un difícil dilema: economía vs salud. No faltan los que torpemente quieren matar al
mensajero. Tal dilema es objetivo, no un
invento de los epidemiólogos. La
sociedad decide o deja que los gobiernos decidan por ella.
Cuarto frente: salud pública.
Objetivo: garantizar la logística de guerra. Se resume en camas, UCI, respiradores,
hospitales, contingentes de profesionales de la salud, laboratorios, testeos,
bases de datos, producción de elementos necesarios para implementar protocolos
sanitarios y de bioseguridad, financiación de investigaciones, racionalización
de recursos, accesibilidad a tratamiento igualitario. Desafortunadamente este frente sufre de
politización e ideologización crónica y notoria ausencia de cientificidad. La capacidad de los sistemas públicos de
salud en muchos países ha sido socavada por décadas de neoliberalismo y la
privatización pone la vida humana en las manos amorales del mercado. Si el virus pensara, diría: “en este frente
gano la guerra, pues tengo muchos aliados entre los políticos”.
He ahí el panorama sanitario, que
no bélico. ¿Qué puede hacer la ciudadanía?
Apoyar y aprender del primer y segundo frente, y ser un proactivo
partisano comprometido en los frentes tercero y cuarto. Hasta la victoria.
Publicado en elunicornio.co como primera parte de una columna doble el 10 de mayo de 2020 (aniversario 80 de la blitzkrieg y la llegada de Winston Churchill al cargo de Primer Ministro británico).
Publicado en elunicornio.co como primera parte de una columna doble el 10 de mayo de 2020 (aniversario 80 de la blitzkrieg y la llegada de Winston Churchill al cargo de Primer Ministro británico).
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