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martes, noviembre 02, 2021

El debate Spier vs Christian en Big History

 


Antecedentes

Se ha desatado un debate entre dos de los más connotados líderes mundiales del campo de la Big History: Fred Spier y David Christian

Fred Spier, antropólogo e historiador holandés, fue la persona que acuñó la expresión Big History en los años 90. Ha sido profesor en la Universidad de Amsterdam, institución en la cual se jubiló y donde desarrolló sus ideas de Gran Historia. Es autor de múltiples publicaciones en el campo, dentro de las cuales cabe destacar dos libros: The Structure of Big History (1996) y Big History and the Future of Humanity (2005). 

David Christian, historiador australiano, es profesor de la Universidad de Macquarie y el líder más visible del Big History Project (BHP).  La mencionada universidad australiana tiene un Big History Institute que orienta al BHP y publicó un libro de gran formato, ya traducido al español, titulado Big History. David Christian es autor de muchos libros sobre historia de Rusia e historia mundial y los siguientes dos títulos: Big History (2011) y Origin Story (2018). Su video de 18 minutos en TED tiene más de 10 millones de vistas.

Sobre Big History hay otras entradas en este blog, por ejemplo ésta, o esta otra, o ésta que tiene el link de un video.

El debate académico se centra en dos conceptos: “Threshold” (umbrales de complejidad) y “Goldilocks conditions” (que habría que traducir como “condiciones ricitos de oro” en alusión a un cuento infantil). 

Fred Spier hace una serie de críticas al concepto de “umbral”, tal y como lo usa Christian para referirse a 8 saltos de complejidad en tres escalas diferentes: los 3 primeros a escala del universo, los dos siguientes a escala planetaria y los 3 últimos restringidos al ser humano.  Es decir, tres escalas que implican tres objetos de estudio muy diferentes.  Entonces, ¿cómo podría ser aplicable el mismo concepto de “umbral”? Básicamente Spier acusa a Christian de antropocentrismo, por poner al ser humano como protagonista de la Gran Historia universal.  También lo acusa de arbitrariedad y poco rigor en el concepto, y sostiene que hay muchos otros saltos de complejidad en la historia del universo, de la vida y de la humanidad, algo que nadie puede negar.  Las razones de Christian para sus 8 umbrales parecen ser de tipo didáctico.  Pero Spier no valida ese criterio, pues precisamente cree que se está haciendo una enseñanza errónea. 

Personalmente, estoy de acuerdo con Spier.  De hecho, si bien yo he utilizado los 8 umbrales siguiendo el juego del BHP desde 2018 hacia acá, lo combino con aclaraciones y advertencias sobre diversos aspectos filosóficos que si no se trabajan adecuadamente pueden llevar a mistificaciones y errores. También lo combino con historia de la ciencia, filosofía de la ciencia, filosofía científica.

Mi experiencia personal comunicando Big History

En 1995 fui fundador del Planetario de Barranquilla y su primer director de 1995 a 1997 (actualmente se llama Planetario de Combarranquilla).  En el planetario se hacía (y aún se hace) una conferencia gratuita semanal.  En 1996 dicté una serie de 3 conferencias sobre el origen del universo, el origen de la vida y el origen de la especie humana. Actualmente ya no utilizo la expresión “origen del universo” para referirme al Big Bang, sino “origen de la expansión del universo observable”.  Esa fue, quizás, mi primera experiencia en Big History, obviamente sin usar tal nombre.  De 2018 al presente empecé a usar el término Big History y he dictado cursos y conferencias sobre ello, por ejemplo con Fundación Stellam y el Planetario de Combarranquilla, también en universidades y colegios.  Y he escrito material de lectura para esos cursos, así como columnas divulgativas.

Los problemas filosóficos de Big History

Como filósofo, estudioso de historia de la ciencia y la epistemología, mi enfoque es crítico.  El modelo del Big History Project es un referente que menciono para darle contexto internacional a mis conferencias o cursos, pero no utilizo los materiales de su website.  En cambio uso una bibliografía muy amplia, propia de mi autoformación durante décadas.  El libro Origin Story de Christian y el volumen de gran formato Big History de la Universidad de Macquarie son apenas una mínima parte de la bibliografía.  Debo reconocer que gracias a David Christian supe de las obras de Fred Spier. Salvo la crítica a Christian, no he leído aún los textos que Spier tuvo la generosidad de enviarme, pero pronto lo haré.

Hay varios problemas teóricos interesantes en Big History, entre ellos los siguientes:

·         Complejidad: un concepto elusivo que alude a la cantidad y variedad de componentes de un sistema y de sus articulaciones.

·         Progreso no teleológico (en el parámetro “complejidad”): entendido como aumento de la complejidad en un universo en el cual aumenta la entropía

·         Necesidad y contingencia: el problema del determinismo (frente a esto asumo un enfoque probabilístico, subdeterminista); aquí entra la causalidad y el azar

·         Antropocentrismo y el problema del “lugar de enunciación”: se resuelve con el Principio Cosmológico (a veces llamado “copernicano”)

·         El denominado “punto de vista de Dios”: relacionado con el anterior

·         El tiempo: la Relatividad Especial nos prohibe la simultaneidad y la Relatividad General nos presenta un “universo de bloque” cuatridimensional, pero en Big History se suelen eludir

·         Conceptos como “materia”, “energía”, “información”

·         Astrobiología o biología universal: el problema de la singularidad o no de la vida

·         Unidad de la ciencia (consiliencia): tema planteado por el Círculo de Viena y muy debatido en filosofía de la ciencia

·         Cosmovisión científica o concepción científica del mundo: relacionado con el anterior

·         Naturaleza humana (aquí se encuentran los problemas de la psicología evolucionista, el problema de Nature vs Nurture y el construccionismo social)

·         La cientificidad en las ciencias sociales

 

¿Cómo enfoco la Gran Historia?

Teniendo en cuenta los problemas teóricos o filosóficos mencionados es claro que una exposición narrativa de la Gran Historia conlleva múltiples advertencias o aclaraciones para la audiencia o lectores.  Por ejemplo, yo combino la narración con la historia de la ciencia para mostrar cómo surgió cada conocimiento.  Así, antes de hablar del Big Bang como “umbral 1”, hago un recorrido por la historia de la cosmología desde el debate Einstein – De Sitter hasta los modelos inflacionarios actuales con energía oscura y materia oscura.  De esa manera muestro la base teórica y empírica de los modelos de Big Bang.

El tema de la entropía merece también una aclaración primordial.  Hablo entonces de la “Super Gran Historia”, que es la historia del universo dominada por la entropía creciente.  Dejo en claro que nuestra Gran Historia es en cierto sentido “terracéntrica” en cuanto a la focalización local planetaria (o de nuestro sistema solar) a partir del “umbral 4” y más aún en la focalización antropocéntrica a partir del “umbral 6”.  En otras palabras, dejo en claro que la Gran Historia en realidad es un encadenamiento de tres historias: la del universo, la del sistema solar (con la Tierra y su biosfera) y la de la especie humana.  El carácter relativamente arbitrario de los ocho umbrales es abordado explícitamente.

Al entrar en el concepto de los aumentos de complejidad enfatizo que la narración en ocho umbrales es una simplificación, pues bien podrían ser unos 30.  Entonces advierto a la audiencia que tales umbrales son como capítulos y que cada uno se puede subdividir en varios y diversos aumentos de complejidad.  Por ejemplo, el Big Bang permite mencionar varios “subumbrales” como las transiciones de fase en el primer segundo que dan origen a las cuatro interacciones fundamentales (advirtiendo que sólo hay base experimental para la unificación electrodébil), también está la inflación propuesta por Alan Guth en diciembre de 1979, luego la integración de la materia (sopa de quarks, confinamiento de quarks en protones), desacoplamiento de neutrinos, final de los neutrones libres, formación de átomos neutros liberando a los fotones (radiación cósmica de fondo). 

El “umbral 2” lo denomino “la formación de estructuras” (estrellas de primera generación, galaxias y macroestructuras de varios niveles, todo ello en un orden no muy claro aún) y conlleva la reionización del gas. El punto es que la formación de estrellas prosigue hasta el presente y que en ellas ocurre la nucleosíntesis que en BHP aparece como otro umbral.  En realidad la nucleosíntesis empieza en el Big Bang con protones, núcleos de Helio y trazas de Berilio y Litio. En las estrellas de primera generación no se genera más allá del hierro, hasta que haya procesos muy energéticos como las supernovas para dar lugar a los elementos más pesados.  Por último, la nucleosíntesis transuránica es artificial y, que sepamos, se produce sólo en laboratorios de la Tierra. 

En esa historia universal hay etapas no muy claras, pero las hay.  En la evolución de las galaxias, por ejemplo, de ahí que no haya quasars cerca a la Vía Láctea. Hay, además, un momento en que la energía oscura se empieza a imponer y la expansión se acelera, lo cual ocurre más o menos en la mitad de toda esta historia de 13800 millones de años. 

Cuando uno explica todo esto queda claro que los tales “umbrales” son una simplificación didáctica, son capítulos, pero la realidad tiene múltiples cambios.  Sólo que una historia de 30 umbrales, por mencionar un número aproximado, sería poco didáctica.  El número de ocho enganchando las tres historias (universo, Tierra, humanos) parece práctico, de fácil recordación.

Con la historia de la biosfera terrestre pasa lo mismo: surgimiento de la vida, de la fotosíntesis, de las eucariotas, de las plantas, de los seres pluricelulares, del sexo, de las neuronas, de la simetría bilateral, de estructuras duras como endoesqueletos y exoesqueletos, la explosión del Cámbrico, la conquista de la tierra firme, el huevo amniótico, la “sangre caliente”, para mencionar algunos hitos.  Nota: la palabra “hito” bien podría reemplazar el concepto de “umbrales”.

Y en la historia humana, ni se diga.  El “aprendizaje colectivo” y la técnica (fabricación de herrmientas) tiene como prerrequisito el bipedismo.  Prefiero la expresión “coevolución biológico-cultural” en vez de “aprendizaje colectivo”. Aunque es un tanto especulativo se habla de una revolución cognitiva hace unos 60.000 años. La división de la humanidad en dos hace unos 14.000 años al final de la edad de hielo es otro hito clave, el inicio del más grande experimento natural (Nuevo Mundo y Viejo Mundo). Unos 5 mil años después de la revolución del neolítico hay otro salto hacia las grandes civilizaciones: metalurgia, rueda, escritura, distritos de riego, construcciones monumentales.  Los niveles de organización de las sociedad humanas son también “umbrales de complejidad”. De las manadas a las tribus, a las jefaturas que unifican varias tribus hasta llegar a los Estados o imperios.  La escritura, en particular, es un salto en materia de procesamiento de información.  Y como filósofo siempre resalto el paso del mito al Logos en los presocráticos como un salto fundamental (también en otras culturas como la Chárvaka en India).  Los últimos 500 años de nuestra historia constituyen un salto multidimensional a través de varios procesos, y 1492 es la fecha clave.  En historia de América uso fuentes como el libro 1491 de Charles Mann y sobre la historia milenaria de Colombia uso el libro Antes de Colombia de Carl Langebaek.  Dado que estoy en Barranquilla ese énfasis es necesario y creo que hace falta mucha más historia de África.  

Dicho todo lo anterior creo que es evidente que comparto la crítica de Spier al modelo del BHP y al concepto de “umbrales”.  Sería muy fácil prescindir de ese concepto.  Hay una imagen en BHP que es claramente peligrosa. Aparece como una fórmula matemática, una ecuación: ingredients + Goldilocks conditions = new complexity.  Alguien podría entender que es algo automático o necesario y no es así.  El concepto de “Goldilocks conditions” también es criticable. Además la traducción al español (“condiciones ricitos de oro”) resulta ridícula.

Se podrían utilizar tres capítulos, como hice en 1996: historia del universo, historia de la Tierra y su biosfera, historia de la especie humana.

O se podrían utilizar seis capítulos con seis líneas del tiempo, como suelo hacer actualmente:

1.       1. Línea del universo de 13.800 millones de años

2.      2.  Línea del Sistema Solar de 4.560 millones de años

3.       3. Línea del Fanerozoico de 541 millones de años

4.       4. Línea del Cenozoico de 66 millones de años

5.       5. Línea de los homininos de 6 millones de años

6.       6. Línea del Holoceno de algo más de 10.000 años

Finalmente, el concepto de Antropoceno yo sí lo utilizo, pero no por Christian.  Por ejemplo, hay un buen libro del español Manuel Arias al respecto.

Más allá de La Gran Historia

La Gran Historia es posible por los avances en técnicas de datación y cronología de las últimas décadas.  Y desde luego se fundamenta en las teorías científicas desarrolladas desde mediados del siglo XIX.  Por eso debe complementarse con la historia de las ciencias, para mostrar cómo se llegó a ese conocimiento.  Pero al lado de la Gran Historia, la educación debe incluir el entrenamiento en pensamiento crítico.  En cierto sentido la Gran Historia es la versión narrativa de una cosmovisión científica actualizada.  Pero esta cosmovisión también hay que abordarla en forma no narrativa, es decir, analítica y filosófica.  La epistemología, la ontología y la semántica filosófica son el trípode que sirve de base a la cosmovisión científica, aunque no son el punto de partida como en tiempos clásicos.  Hoy la filosofía debe ponerse a tono con la ciencia, no es normativa. 

En conclusión, la visión de conjunto de la educación debería integrar, según mi concepto, todos esos campos: Gran Historia, cosmovisión científica, filosofía científica, filosofía de la ciencia, historia de la ciencia y pensamiento crítico.

Barranquilla, Noviembre 1 de 2021

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