Antecedentes
Se ha desatado un debate entre
dos de los más connotados líderes mundiales del campo de la Big History: Fred
Spier y David Christian
Fred Spier, antropólogo e
historiador holandés, fue la persona que acuñó la expresión Big History en los años 90. Ha sido
profesor en la Universidad de Amsterdam, institución en la cual se jubiló y
donde desarrolló sus ideas de Gran Historia. Es autor de múltiples
publicaciones en el campo, dentro de las cuales cabe destacar dos libros: The Structure
of Big History (1996) y Big History
and the Future of Humanity (2005).
David Christian, historiador
australiano, es profesor de la Universidad de Macquarie y el líder más visible
del Big History Project (BHP). La mencionada universidad australiana tiene
un Big History Institute que orienta
al BHP y publicó un libro de gran formato, ya traducido al español, titulado Big History. David Christian es autor de
muchos libros sobre historia de Rusia e historia mundial y los siguientes dos
títulos: Big History (2011) y Origin Story (2018). Su video de 18 minutos en TED tiene más de 10 millones de vistas.
Sobre Big History hay otras
entradas en este blog, por ejemplo ésta, o esta otra, o ésta que tiene el link de un video.
El debate académico se centra en
dos conceptos: “Threshold” (umbrales de complejidad) y “Goldilocks
conditions” (que habría que traducir como “condiciones ricitos de oro” en
alusión a un cuento infantil).
Fred Spier hace una serie de
críticas al concepto de “umbral”, tal y como lo usa Christian para referirse a
8 saltos de complejidad en tres escalas diferentes: los 3 primeros a escala del
universo, los dos siguientes a escala planetaria y los 3 últimos restringidos
al ser humano. Es decir, tres escalas
que implican tres objetos de estudio muy diferentes. Entonces, ¿cómo podría ser aplicable el mismo
concepto de “umbral”? Básicamente Spier acusa a Christian de antropocentrismo, por
poner al ser humano como protagonista de la Gran Historia universal. También lo acusa de arbitrariedad y poco
rigor en el concepto, y sostiene que hay muchos otros saltos de complejidad en
la historia del universo, de la vida y de la humanidad, algo que nadie puede
negar. Las razones de Christian para sus
8 umbrales parecen ser de tipo didáctico.
Pero Spier no valida ese criterio, pues precisamente cree que se está
haciendo una enseñanza errónea.
Personalmente, estoy de acuerdo
con Spier. De hecho, si bien yo he
utilizado los 8 umbrales siguiendo el juego del BHP desde 2018 hacia acá, lo
combino con aclaraciones y advertencias sobre diversos aspectos filosóficos que
si no se trabajan adecuadamente pueden llevar a mistificaciones y errores. También
lo combino con historia de la ciencia, filosofía de la ciencia, filosofía
científica.
Mi experiencia personal comunicando Big
History
En 1995 fui fundador del Planetario de Barranquilla y su primer director de 1995 a 1997 (actualmente se llama Planetario de Combarranquilla). En el planetario se hacía (y aún se hace) una conferencia gratuita semanal. En 1996 dicté una serie de 3 conferencias sobre el origen del universo, el origen de la vida y el origen de la especie humana. Actualmente ya no utilizo la expresión “origen del universo” para referirme al Big Bang, sino “origen de la expansión del universo observable”. Esa fue, quizás, mi primera experiencia en Big History, obviamente sin usar tal nombre. De 2018 al presente empecé a usar el término Big History y he dictado cursos y conferencias sobre ello, por ejemplo con Fundación Stellam y el Planetario de Combarranquilla, también en universidades y colegios. Y he escrito material de lectura para esos cursos, así como columnas divulgativas.
Los problemas filosóficos de Big
History
Como filósofo, estudioso de
historia de la ciencia y la epistemología, mi enfoque es crítico. El modelo del Big History Project es un referente que menciono para darle
contexto internacional a mis conferencias o cursos, pero no utilizo los
materiales de su website. En cambio uso
una bibliografía muy amplia, propia de mi autoformación durante décadas. El libro Origin
Story de Christian y el volumen de gran formato Big History de la Universidad de Macquarie son apenas una mínima
parte de la bibliografía. Debo reconocer
que gracias a David Christian supe de las obras de Fred Spier. Salvo la crítica
a Christian, no he leído aún los textos que Spier tuvo la generosidad de
enviarme, pero pronto lo haré.
Hay varios problemas teóricos
interesantes en Big History, entre ellos los siguientes:
·
Complejidad: un concepto elusivo que alude a la
cantidad y variedad de componentes de un sistema y de sus articulaciones.
·
Progreso no teleológico (en el parámetro
“complejidad”): entendido como aumento de la complejidad en un universo en el
cual aumenta la entropía
·
Necesidad y contingencia: el problema del
determinismo (frente a esto asumo un enfoque probabilístico, subdeterminista);
aquí entra la causalidad y el azar
·
Antropocentrismo y el problema del “lugar de
enunciación”: se resuelve con el Principio Cosmológico (a veces llamado
“copernicano”)
·
El denominado “punto de vista de Dios”:
relacionado con el anterior
·
El tiempo: la Relatividad Especial nos prohibe
la simultaneidad y la Relatividad General nos presenta un “universo de bloque”
cuatridimensional, pero en Big History
se suelen eludir
·
Conceptos como “materia”, “energía”,
“información”
·
Astrobiología o biología universal: el problema
de la singularidad o no de la vida
·
Unidad de la ciencia (consiliencia): tema
planteado por el Círculo de Viena y muy debatido en filosofía de la ciencia
·
Cosmovisión científica o concepción científica
del mundo: relacionado con el anterior
·
Naturaleza humana (aquí se encuentran los
problemas de la psicología evolucionista, el problema de Nature vs Nurture y el
construccionismo social)
·
La cientificidad en las ciencias sociales
¿Cómo enfoco la Gran
Historia?
Teniendo en cuenta los problemas
teóricos o filosóficos mencionados es claro que una exposición narrativa de la
Gran Historia conlleva múltiples advertencias o aclaraciones para la audiencia
o lectores. Por ejemplo, yo combino la
narración con la historia de la ciencia para mostrar cómo surgió cada
conocimiento. Así, antes de hablar del
Big Bang como “umbral 1”, hago un recorrido por la historia de la cosmología
desde el debate Einstein – De Sitter hasta los modelos inflacionarios actuales
con energía oscura y materia oscura. De
esa manera muestro la base teórica y empírica de los modelos de Big Bang.
El tema de la entropía merece
también una aclaración primordial. Hablo
entonces de la “Super Gran Historia”, que es la historia del universo dominada
por la entropía creciente. Dejo en claro
que nuestra Gran Historia es en cierto sentido “terracéntrica” en cuanto a la
focalización local planetaria (o de nuestro sistema solar) a partir del “umbral
4” y más aún en la focalización antropocéntrica a partir del “umbral 6”. En otras palabras, dejo en claro que la Gran Historia
en realidad es un encadenamiento de tres historias: la del universo, la del
sistema solar (con la Tierra y su biosfera) y la de la especie humana. El carácter relativamente arbitrario de los
ocho umbrales es abordado explícitamente.
Al entrar en el concepto de los
aumentos de complejidad enfatizo que la narración en ocho umbrales es una
simplificación, pues bien podrían ser unos 30.
Entonces advierto a la audiencia que tales umbrales son como capítulos y
que cada uno se puede subdividir en varios y diversos aumentos de
complejidad. Por ejemplo, el Big Bang
permite mencionar varios “subumbrales” como las transiciones de fase en el
primer segundo que dan origen a las cuatro interacciones fundamentales
(advirtiendo que sólo hay base experimental para la unificación electrodébil),
también está la inflación propuesta por Alan Guth en diciembre de 1979, luego
la integración de la materia (sopa de quarks, confinamiento de quarks en
protones), desacoplamiento de neutrinos, final de los neutrones libres, formación
de átomos neutros liberando a los fotones (radiación cósmica de fondo).
El “umbral 2” lo denomino “la
formación de estructuras” (estrellas de primera generación, galaxias y
macroestructuras de varios niveles, todo ello en un orden no muy claro aún) y
conlleva la reionización del gas. El punto es que la formación de estrellas
prosigue hasta el presente y que en ellas ocurre la nucleosíntesis que en BHP
aparece como otro umbral. En realidad la
nucleosíntesis empieza en el Big Bang con protones, núcleos de Helio y trazas
de Berilio y Litio. En las estrellas de primera generación no se genera más
allá del hierro, hasta que haya procesos muy energéticos como las supernovas
para dar lugar a los elementos más pesados.
Por último, la nucleosíntesis transuránica es artificial y, que sepamos,
se produce sólo en laboratorios de la Tierra.
En esa historia universal hay etapas
no muy claras, pero las hay. En la
evolución de las galaxias, por ejemplo, de ahí que no haya quasars cerca a la
Vía Láctea. Hay, además, un momento en que la energía oscura se empieza a
imponer y la expansión se acelera, lo cual ocurre más o menos en la mitad de
toda esta historia de 13800 millones de años.
Cuando uno explica todo esto
queda claro que los tales “umbrales” son una simplificación didáctica, son
capítulos, pero la realidad tiene múltiples cambios. Sólo que una historia de 30 umbrales, por
mencionar un número aproximado, sería poco didáctica. El número de ocho enganchando las tres
historias (universo, Tierra, humanos) parece práctico, de fácil recordación.
Con la historia de la biosfera
terrestre pasa lo mismo: surgimiento de la vida, de la fotosíntesis, de las
eucariotas, de las plantas, de los seres pluricelulares, del sexo, de las
neuronas, de la simetría bilateral, de estructuras duras como endoesqueletos y
exoesqueletos, la explosión del Cámbrico, la conquista de la tierra firme, el
huevo amniótico, la “sangre caliente”, para mencionar algunos hitos. Nota: la palabra “hito” bien podría
reemplazar el concepto de “umbrales”.
Y en la historia humana, ni se
diga. El “aprendizaje colectivo” y la técnica
(fabricación de herrmientas) tiene como prerrequisito el bipedismo. Prefiero la expresión “coevolución
biológico-cultural” en vez de “aprendizaje colectivo”. Aunque es un tanto
especulativo se habla de una revolución cognitiva hace unos 60.000 años. La
división de la humanidad en dos hace unos 14.000 años al final de la edad de
hielo es otro hito clave, el inicio del más grande experimento natural (Nuevo
Mundo y Viejo Mundo). Unos 5 mil años después de la revolución del neolítico
hay otro salto hacia las grandes civilizaciones: metalurgia, rueda, escritura, distritos
de riego, construcciones monumentales.
Los niveles de organización de las sociedad humanas son también
“umbrales de complejidad”. De las manadas a las tribus, a las jefaturas que
unifican varias tribus hasta llegar a los Estados o imperios. La escritura, en particular, es un salto en
materia de procesamiento de información.
Y como filósofo siempre resalto el paso del mito al Logos en los
presocráticos como un salto fundamental (también en otras culturas como la
Chárvaka en India). Los últimos 500 años
de nuestra historia constituyen un salto multidimensional a través de varios
procesos, y 1492 es la fecha clave. En
historia de América uso fuentes como el libro 1491 de Charles Mann y sobre la historia milenaria de Colombia uso
el libro Antes de Colombia de Carl
Langebaek. Dado que estoy en
Barranquilla ese énfasis es necesario y creo que hace falta mucha más historia
de África.
Dicho todo lo anterior creo que
es evidente que comparto la crítica de
Spier al modelo del BHP y al concepto de “umbrales”. Sería muy fácil prescindir de ese
concepto. Hay una imagen en BHP que es
claramente peligrosa. Aparece como una fórmula matemática, una ecuación: ingredients
+ Goldilocks conditions = new complexity.
Alguien podría entender que es algo automático o necesario y no es
así. El concepto de “Goldilocks
conditions” también es criticable. Además la traducción al español
(“condiciones ricitos de oro”) resulta ridícula.
Se podrían utilizar tres
capítulos, como hice en 1996: historia del universo, historia de la Tierra y su
biosfera, historia de la especie humana.
O se podrían utilizar seis
capítulos con seis líneas del tiempo, como suelo hacer actualmente:
1. 1. Línea
del universo de 13.800 millones de años
2. 2. Línea
del Sistema Solar de 4.560 millones de años
3. 3. Línea
del Fanerozoico de 541 millones de años
4. 4. Línea
del Cenozoico de 66 millones de años
5. 5. Línea
de los homininos de 6 millones de años
6. 6. Línea
del Holoceno de algo más de 10.000 años
Finalmente, el concepto de Antropoceno yo sí lo utilizo, pero no
por Christian. Por ejemplo, hay un buen
libro del español Manuel Arias al respecto.
Más allá de La Gran Historia
La Gran Historia es posible por
los avances en técnicas de datación y cronología de las últimas décadas. Y desde luego se fundamenta en las teorías
científicas desarrolladas desde mediados del siglo XIX. Por eso debe complementarse con la historia
de las ciencias, para mostrar cómo se llegó a ese conocimiento. Pero al lado de la Gran Historia, la
educación debe incluir el entrenamiento en pensamiento
crítico. En cierto sentido la Gran
Historia es la versión narrativa de una cosmovisión
científica actualizada. Pero esta
cosmovisión también hay que abordarla en forma no narrativa, es decir,
analítica y filosófica. La
epistemología, la ontología y la semántica filosófica son el trípode que sirve
de base a la cosmovisión científica, aunque no son el punto de partida como en
tiempos clásicos. Hoy la filosofía debe
ponerse a tono con la ciencia, no es normativa.
En conclusión, la visión de
conjunto de la educación debería integrar, según mi concepto, todos esos
campos: Gran Historia, cosmovisión científica, filosofía científica, filosofía
de la ciencia, historia de la ciencia y pensamiento crítico.
Barranquilla, Noviembre 1 de 2021
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Sigue las reglas de la argumentación racional